🫁 Enfermedad de vía aérea pequeña

Introducción

La enfermedad de la vía aérea pequeña (EVAP) es un concepto que ha ganado relevancia en los últimos años dentro de la neumología. Estas vías respiratorias, menores a 2 mm de diámetro, juegan un papel crucial en la resistencia al flujo de aire, pero al no ser accesibles mediante la exploración clínica habitual, suelen denominarse “la zona silenciosa del pulmón” .

Su afectación temprana puede pasar desapercibida y estar presente en enfermedades como asma, EPOC, bronquiolitis obliterante o fibrosis pulmonar. Detectarla de manera oportuna ayuda a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes.

¿Qué es la enfermedad de la vía aérea pequeña?

  • Se refiere a la disfunción de los bronquiolos terminales, estructuras que no superan los 2 mm de diámetro.

  • Por sus características anatómicas, no generan síntomas evidentes en etapas tempranas.

  • Estudios histopatológicos y fisiológicos han mostrado que la inflamación y remodelado de estas vías aéreas contribuyen a la progresión de diversas enfermedades pulmonares .

¿Cómo se detecta?

Detectar la afectación de la vía aérea pequeña no siempre es sencillo. Algunas de las pruebas utilizadas son:

  1. Espirometría convencional

    • Puede mostrar valores normales de FEV₁ y FVC.

    • El parámetro FEF25–75% suele disminuir en fases tempranas, aunque no es específico.

  2. Oscilometría de impulso (IOS)

    • Evalúa resistencia y reactancia de la vía aérea.

    • Es más sensible para identificar compromiso de vías aéreas pequeñas en comparación con la espirometría.

  3. Tomografía computarizada de alta resolución (TCAR)

    • Puede mostrar atrapamiento aéreo y cambios en mosaico.

  4. Pruebas funcionales avanzadas

    • Lavado de nitrógeno en múltiples respiraciones (MBNW).

    • Volúmenes pulmonares estáticos para detectar atrapamiento de aire.

¿Qué significa para el paciente?

La afectación de la vía aérea pequeña no es una enfermedad aislada, sino un fenómeno fisiopatológico compartido en diversas patologías:

  • Asma: contribuye a la variabilidad del flujo aéreo y a la falta de control.

  • EPOC: es uno de los mecanismos principales de la obstrucción progresiva.

  • Bronquiolitis obliterante: la lesión primaria ocurre en estas vías aéreas.

  • Fibrosis pulmonar: puede coexistir con atrapamiento aéreo y bronquiolitis.

Reconocer su importancia permite ajustar los tratamientos y optimizar la respuesta a inhaladores, especialmente los que alcanzan mejor estas zonas del pulmón.

Tratamiento y seguimiento

Aunque no existe un fármaco específico para “curar” la enfermedad de vía aérea pequeña, las estrategias de manejo incluyen:

  • Medicamentos inhalados con partículas extrafinas que logran llegar a los bronquiolos.

  • Control riguroso del asma y la EPOC, ajustando el tratamiento según guías internacionales.

  • Rehabilitación pulmonar,que ayuda a mejorar la mecánica ventilatoria.

  • Seguimiento funcional y clínico, evitando tanto el sobrediagnóstico como el retraso en el tratamiento.

Conclusión

La enfermedad de la vía aérea pequeña es un concepto fundamental en la neumología moderna. Detectarla a tiempo permite ofrecer tratamientos más efectivos y personalizados, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

Dr. Edgar Muñoz

Soy un médico neumólogo especializado en fisiología y terapia respiratoria, formado en el Hospital General de México. Mi práctica abarca el tratamiento de enfermedades como asma, EPOC, apnea del sueño y cáncer pulmonar, entre otras. Destaco en procedimientos como rehabilitación pulmonar, ultrasonido y biopsias pulmonares, buscando siempre mejorar la calidad de vida de mis pacientes mediante cuidados especializados y personalizados. Comprometido con la excelencia médica, mi objetivo es proporcionar atención de vanguardia y promover un bienestar duradero.

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