¿Qué pasa si mi espirometría es normal pero sigo con síntomas?

Introducción

La espirometría es una de las pruebas más utilizadas para evaluar la función pulmonar. Sin embargo, un resultado “normal” no siempre significa que los pulmones estén libres de enfermedad. Existen condiciones como el asma intermitente o la enfermedad de la vía aérea pequeña que pueden no reflejarse en este estudio en etapas tempranas.

¿Por qué puede pasar esto?

La función pulmonar puede variar día con día y, en ocasiones, la inflamación o la obstrucción no están presentes en el momento de la prueba. Esto explica por qué un paciente puede tener síntomas persistentes de tos, falta de aire o sibilancias, aun con una espirometría dentro de parámetros normales.

¿Qué hacer en estos casos?

Cuando la clínica no coincide con la espirometría, el especialista puede recomendar:

• Seguimiento clínico y repetir la prueba en el momento en que los síntomas se intensifiquen.

• Pruebas complementarias como la medición de óxido nítrico exhalado (FeNO) o pruebas de provocación bronquial.

• Monitoreo de la respuesta al tratamiento, para observar cambios clínicos y funcionales.

Importancia del seguimiento especializado

El objetivo no es solo descartar enfermedades, sino encontrar la causa precisa de los síntomas para brindar un tratamiento oportuno y mejorar la calidad de vida.

Conclusión

Una espirometría normal no siempre equivale a unos pulmones sanos. Si persisten los síntomas, es fundamental acudir a una valoración neumológica para un diagnóstico más completo y personalizado.